
Chicago vivió una noche mágica e inolvidable con la llegada de Joaquín Sabina, quien, por primera vez en su carrera, se presentó en la ciudad como parte de su gira Hola y Adiós. Este miércoles 19 de febrero, el Rosemont Theater fue testigo de un concierto lleno de emociones, en el que el público recibió al cantautor español con una ovación de pie desde el momento en que apareció en el escenario.
Sabina, acompañado de su talentoso equipo de músicos, se mostró visiblemente emocionado por estar finalmente en Chicago. Su entrega y conexión con el público fueron palpables desde el primer acorde, y cada canción interpretada fue coreada con fervor por los asistentes.
Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó con “Y nos dieron las diez”, una de las canciones más icónicas de Sabina y reconocida a nivel mundial. El teatro entero cantó al unísono, creando un ambiente cargado de nostalgia y pasión que estremeció a todos los presentes.
Lo que hizo especial este concierto fue la diversidad de su público. Personas de distintas generaciones y nacionalidades se reunieron para celebrar la música y la poesía del maestro Sabina. A lo largo de la noche, nadie permaneció sentado; la energía y la entrega de los asistentes reflejaban el profundo impacto que el artista ha tenido a lo largo de su carrera.
El debut de Joaquín Sabina en Chicago no pudo haber sido mejor. La ciudad, que había esperado por años su llegada, le respondió con un cariño inmenso, haciendo de esta presentación un evento inolvidable. Sin duda, una noche que quedará marcada en la historia de su gira Hola y Adiós
Chicago vivió una noche mágica e inolvidable con la llegada de Joaquín Sabina, quien, por primera vez en su carrera, se presentó en la ciudad como parte de su gira Hola y Adiós. Este miércoles 19 de febrero, el Rosemont Theater fue testigo de un concierto lleno de emociones, en el que el público recibió al cantautor español con una ovación de pie desde el momento en que apareció en el escenario.
Sabina, acompañado de su talentoso equipo de músicos, se mostró visiblemente emocionado por estar finalmente en Chicago. Su entrega y conexión con el público fueron palpables desde el primer acorde, y cada canción interpretada fue coreada con fervor por los asistentes.
Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó con “Y nos dieron las diez”, una de las canciones más icónicas de Sabina y reconocida a nivel mundial. El teatro entero cantó al unísono, creando un ambiente cargado de nostalgia y pasión que estremeció a todos los presentes.
Lo que hizo especial este concierto fue la diversidad de su público. Personas de distintas generaciones y nacionalidades se reunieron para celebrar la música y la poesía del maestro Sabina. A lo largo de la noche, nadie permaneció sentado; la energía y la entrega de los asistentes reflejaban el profundo impacto que el artista ha tenido a lo largo de su carrera.
El debut de Joaquín Sabina en Chicago no pudo haber sido mejor. La ciudad, que había esperado por años su llegada, le respondió con un cariño inmenso, haciendo de esta presentación un evento inolvidable. Sin duda, una noche que quedará marcada en la historia de su gira Hola y Adiós.
Por Araceli Nava
Fotos: Mikey G.
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